martes, 15 de mayo de 2007

Etnografía de las fiestas erasmus

Las fiestas erasmus son rituales que sirven para fortalecer lazos comunitarios entre personas que en su mayoría comparten la situación de no estar en su país de origen. Los nativos afirman que mediante estas fiestas intercambian algunos elementos simbólicos procedentes de las culturas con representación dentro del ritual, tales como recetas culinarias, música o juegos diversos y también elementos físico-biológicos como vienen siendo fluidos corporales varios.

Estas comunidades se reúnen en el piso alquilado de alguno de los miembros y según va aconteciendo la noche, van incrementando progresivamente el nivel de ingesta de bebestibles con variable graduación alcohólica, así como los decibelios emitidos por todo el grupo hasta que el ruido llegue a ser tan espeso que practicamente pueda cortarse con un cuchillo, momento en el que hace acto de presencia alguno de los vecinos que comparte edificio, y que no está participando de la celebración, para reclamar cierto silencio. Silencio que se mantiene aproximadamente durante cinco minutos y después vuelve a comenzar el ciclo de manera circular.

Dentro del ritual se establecen varios roles, el más típico es el de el rapiñador que suele ser desempeñado por el clan español. Este clan acostumbra a aportar a la fiesta erasmus una litrona que esconde cuidadosamente en algún lugar del piso (generalmente en la nevera entre los vegetales o en el congelador) y tras haber arramplado con todo el ron, whiskey o vodka que hayan aportado los otros clanes a la celebración, dan cuenta de la cerveza con gran gozo y algarabía.

La fiesta termina con la excursión a cualquiera de los bares de la región en la que se encuentren y la puesta en practica del borrachismo conversacionil con la gente que se encuentren allí donde vayan; además del intento de cortejo a todo aquello que no parezca una columna del garito, y a veces también. Luego de vuelta, el inglés atropellará a un autobús y el que parecía más alegre dormirá en la acera recostado sobre una almohada de vómito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En esa foto el clan español debía estar rapiñando la cerveza de la nevera.

En otro orden de cosas, y por experiencia propia, te digo que el clan británico se lleva la palma en el cortejo etílico. Ellos sí que saben cómo montarselo con una columna.

urbanohumano dijo...

Muy bueno, lo hemos publicado en Erasmus España www.ierasmus.com/espana