
No es tanto que Estados Unidos sea un país sin historia, o sin memoria histórica, sino que es paradigma de la creación histórica, de la fantasía colectiva como legado popular, y de la ejecución social del binomio patria y capital a través de está herramienta. Así el recuerdo, o el olvido, del Primero de Mayo, se desvanece victima del esta dinámica, tan dominante que parece natural e imperecedera.Se ha de comenzar repitiendo que la fecha conmemora un acontecimiento que ocurrió en este país (el homenaje a los "Mártires de Chicago" de 1886), la fuerza del movimiento sindical y de la lucha obrera en esta tierra. Se ha de transitar por su represión, su condena, su caricatura mediática, su sustitución en la memoria laboral por un día del trabajo la primera semana de septiembre evitando así una posible celebración y reconocimiento global, sincronizado de los trabajadores. Así hasta llegar a su esporádica reivindicación.
No son sólo los grupos etiquetados como marginales en Estados Unidos, las diferentes tendencias de una genuina búsqueda de la izquierda que celebran y reivindican el Primero de Mayo. Con ellos ahora, los que buscan escapar de la invisibilidad son aquellos que como los caídos en Chicago buscan reclamar su derecho a un lugar digno en el mundo, digno y pleno de derechos y posibilidades como su búsqueda vital fuera del lugar que les vio nacer. Los movimientos que hablan por los trabajadores inmigrantes buscan en Estados Unidos un Primero de Mayo en el que verse reflejados y proyectados hacia la identidad colectiva de esta nación. Pero, ¿resulta útil reabrir la marca del Primero de Mayo? ¿Podremos ser aceptados en su celebración? Sobre la estructura socioeconómica dominante la cultura mediática en Estados Unidos tiene ya la capacidad para no temer a ningún Primero de Mayo. Cómodo, aceptará la fiesta y la fanfarria por un día en el que ya es el país de las celebraciones, el maestro del vacío, el sacralizador del souvenir.
En última instancia, hay algo importante en particular que recordar cuando miramos la salud del Primero de Mayo en Estados Unidos: la historia se manufactura. Quizás ya no nos haga falta un primero de mayo, ni una fecha ni una celebración, pero sí nos haga falta ese catalizador colectivo que busca un movimiento social equitativo y justo. El lenguaje de las efemérides no es el nuestro, y la celebración se convierte rápidamente en farsa. Será en la acción cotidiana, en la interconexión a través del ayer-hoy-mañana que podamos reivindicar la acción que buscaba el Primero de Mayo. Estados Unidos lo vio nacer y vamos a darle las gracias por ejecutarlo porque no nos tendría que hacer falta.
1 de Mayo, Aeropuerto George Bush Internacional, Houston, TX
Postdata en tránsito
Desde una perspectiva más sencilla, desde la idea de la simple utopía como motor para hacer camino, el deseo de acabar con el Primero de Mayo debería ser un valor fundamental de la izquierda, de la progresía... Porqué el objetivo final del Primero de Mayo debería ser no existir, que no hiciera falta celebrar o reivindicar un día del obrero. Pero volviendo a la idea anterior, mientras haga falta y en las circunstancias actuales, al celebrarlo, al ser predecibles, legibles y repetitivos nos comunicamos desde el lenguaje que ese poder que se desea quebrar nos ha impuesto. Es el idioma del dueño, del maestro, del que hablaba Hegel, y ese es un lenguaje que no nos pertenece ni deberíamos querer usar. El Primero de Mayo habría de ser cualquier y todos los días...
PPD Arranqué hoy en un aeropuerto que se etiqueta Ronald Reagan, aterricé en otro llamado George Bush y tras esa conexión he terminado en uno que se hace llamar internacional y fuera de Estados Unidos sólo ofrece vuelos a México... El 62% de la población de San Antonio se considera latina.